La transición energética justa y popular, desde y para los pueblos y su plurinacionalidad, es un proceso de cambio del actual sistema energético, y consecuentemente del sistema capitalista. Transformación basada en la construcción colectiva y democrática, que permita generar cambios en las condiciones de producción y consumo de la energía, para superar la crisis energética y climática, como parte de la crisis sistémica.
La transición energética justa y popular busca construir un nuevo sistema energético en el que la energía es considerada un derecho, un bien común que busca satisfacer las demandas energéticas de los pueblos con dignidad e inclusión social, en armonía con la naturaleza. Desde un enfoque socio-ecológico y político, discute y enfrenta la concentración de la propiedad, la riqueza y el poder de las fuentes energéticas, aprovechando los potenciales de energías limpias y ecológicas a nivel local. Un sistema energético que busca alcanzar procesos de soberanía energética, a partir de la eliminación del consumo de combustibles fósiles, descolonización, descentralización, desmercantilización, despatriarcalización y desmaterialización, en el que los derechos de los pueblos y territorios y los derechos de la Madre Tierra se constituyen en los principios de comunalización de la energía, en la construcción de una nueva cultura energética, con ética y justicia socio-ambiental.
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