BECCS – La bioenergía con captura y el almacenamiento de carbono (BECCS) por sus siglas en inglés) es un proceso que consiste en quemar biomasa a gran escala para generar energía y luego, mediante plantaciones forestales comerciales, eliminar de la atmósfera el exceso de dióxido de carbono producido por esta actividad.
Esta propuesta también incluye la promoción de otras tecnologías más artificiales de captura y almacenamiento de carbono que, mediante grandes aparatos, pretenden absorber el CO2 para reinyectarlo en el subsuelo, o en el fondo de los océanos (véase geoingeniería). Por tanto, es una herramienta más, propuesta por las corporaciones en su supuesta lucha contra la crisis climática.
Para las organizaciones que promueven la justicia climática, se trata de una distracción riesgosa, no validada, costosa y peligrosa que nos desvía de la reducción -real, urgente y drástica- de las emisiones, requerida para evitar la crisis climática.
Las corporaciones de los combustibles fósiles se han esmerado en presentar esta propuesta como una fórmula mágica para enfrentar el cambio climático, simplemente porque les permite seguir obteniendo ganancias a partir de la destrucción de nuestros ecosistemas y comunidades. Estas empresas, y gobiernos que las avalan, están apostando todo para eliminar el CO2 con este tipo de geoingeniería, cuya eficacia está en entredicho, o con tecnologías inmaduras y arriesgadas, en vez de invertir en energías limpias, ecológicas y que favorezcan la soberanía energética, u otras vías para limitar la producción de gases de efecto invernadero, que es lo que de verdad hace falta para frenar la emergencia y la crisis climática, tales como dejar los combustibles fósiles en el subsuelo y frenar el extractivismo depredador.
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