RACISMO CLIMÁTICO – Aunque los impactos de los eventos climáticos extremos llegan a todas las personas, no todas ellas tienen la capacidad de enfrentarlos y recuperarse de estos con la misma facilidad.
La experiencia ha evidenciado que las poblaciones históricamente explotadas, discriminadas y excluidas por estructuras económicas y sociales que benefician a pequeñas élites -por lo general blancas-, son desproporcionadamente más vulnerables porque se ven obligadas a habitar zonas de riesgo y además, cuentan con menores recursos económicos. Al mismo tiempo, la atención de desastres y el beneficio de políticas de recuperación, son distribuidos de manera desproporcionada en favor de las comunidades blancas y ricas, por sobre las comunidades afrodescendientes, indígenas, campesinas, obreras, etc. El racismo climático evidencia y perpetúa el legado del colonialismo